¿QUÉ SON LAS TARJETAS REVOLVING?

Son líneas de crédito que mensualmente liquidan intereses en función de lo dispuesto o gastado. Es decir, la financiera o entidad bancaria le dan un límite máximo de dinero del que puede disponer según le convenga, para pagar viajes, electrodomésticos, o cualquier bien de consumo, o directamente sacar dinero del cajero o mediante teléfono.

Otra “ventaja” que presentan es la posibilidad de devolver lo gastado en pequeñas cuotas.

¿CUÁL ES, ENTONCES, EL PROBLEMA DE LAS TARJETAS REVOLVING?

Dos son los factores que hacen que estas tarjetas se conviertan en un problema para las personas que las utilizan: por un lado, los altos intereses aplicados, que suelen rondar, como mínimo, el 20-25%, y por otro, la “cómoda” cuota que nos permiten pagar mensualmente.

Estos dos factores, hacen que la cantidad que pagamos cada mes se destine en gran parte a pagar los intereses por lo que la deuda parece que no baja y nunca se acaba de pagar.

¿QUÉ SOLUCIÓN TIENE EL PROBLEMA DE LAS TARJETAS REVOLVING?

El problema tiene solución porque los intereses elevados de estas tarjetas y préstamos han sido declarados nulos por el carácter usurario de los intereses aplicados.

Por tanto, si usted padece este tipo de tarjetas revolving o préstamos usurarios, puede reclamar a la financiera o al banco para que así se declare.

La consecuencia de que su tarjeta o su préstamo sea nulo es que usted solo deberá devolver a la financiera el dinero que pidió, sin ningún tipo de interés, ni comisiones ni gastos de ningún tipo que le estén cobrando hasta ese momento. Así, la deuda disminuye muchísimo y si ya ha pagado a su banco o a la financiera la cantidad que le había pedido la financiera o el banco tendrán que devolverle el dinero que ha pagado de más.

Este caso es el típico ejemplo de tarjeta revolving con intereses usurarios. Sí es así, tenemos la solución. Pediremos a la financiera que le devuelva todo lo que le ha cobrado de más y pondrá fin a su deuda.

Hay financieras que utilizan cadenas de gasolineras o comercios de todo tipo para obtener nuestros datos y nuestro consentimiento para ofrecernos productos financieros muy atractivos, como créditos preconcedidos o posibilidad de compras con límites relativamente altos.

El problema es que la posibilidad de gasto es tan golosa que nos vemos metidos en una espiral que acaba convirtiéndose en una deuda que nunca se acaba.

Como hemos dicho, los altos intereses suponen la ilegalidad del contrato, con lo cual podemos ponerle fin y en muchas ocasiones dejar a cero la deuda o incluso que devuelvan parte del dinero que ya pagado.

Este un caso típico. Pedimos al banco que nos amplíe nuestra hipoteca o que nos dé un crédito y el banco nos dice que la tarjeta es más práctica, sencilla para conceder y más rápida.

Después de pasar tiempo pagando, resulta que la deuda no baja nunca. Es una tarjeta revolving a la que podemos dar solución.

¡Por supuesto!. Aunque la deuda ya esté pagada, se puede reclamar lo que se haya cobrado de más. Al ser un contrato nulo, ésta posibilidad nunca prescribe.

En ocasiones sucede que las financieras le incluyen en un fichero de morosos mientras dura el proceso de reclamación de la nulidad.

En estos supuestos, la financiera no puede incluirlo en ficheros de morosos, y si lo hace es posible solicitar una indemnización por vulneración del derecho al honor.

En este caso también podemos ayudarlo.